Un lugar desconocido.
Hora de la manduca. Aparcamos en un centro comercial que no tiene ningún
establecimiento para comer. Pensamos que el mundo se ha vuelto loco. Volvemos
al coche y nos lanzamos de nuevo a la carretera. Intentamos que un amigo
autóctono de la zona nos oriente, pero seguimos perdidos. Decidimos aparcar y
probar suerte andando por el centro del pueblo. A todo esto, el pueblo es
Pozuelo, tierras inexploradas para el Selecto Dúo Tragaldabas. Esperábamos
ampliar la compañía a tres en esta crítica, pero el Overlord Necrón decide
esperarnos en su casa y nos vemos obligados a buscar un lugar donde comer por
nuestra propia cuenta.
Así, tras el calor
sofocante del último sol del invierno, no nos resignamos. Nuestro orgullo
impide que preguntemos a los transeúntes donde poder parar a comer por poco
dinero. Y entonces lo vemos, cegados por el brillo del astro rey distinguimos
el letrero de Burger King. Una vez más, el Rey nos invita a sentarnos a la
mesa. Corremos hacia allí como almas escapando de la condenación eterna. Una
vez allí, vemos nueva promoción (¡qué sorpresa!). Supuestamente, “sabores del
mundo”. Nos interesamos por el Whopper Mexicano, pero la tendera nos dice que
es poco picante y que no merece mucho la pena. Agradeciendo su sinceridad, pedimos
las otras dos variedades: el Crispy Chicken japonés y el Whopper Griego.
Pedimos también Nuggets y aros de cebolla por un euro adicional.
Las hamburguesas
resultaron muy ricas. El Crispy Chicken japonés con una salsa suave pero con
sabor intenso, y el Whopper griego con una salsa bastante fresca, con un toque
a pepino pero muy suave. Los Nuggets siguen siendo caquita, pero ya no están
tan secos como en el pasado. Y refill, el mayor acierto de Burger King desde la
invención del King Rib.
En definitiva, Burger
King mantiene su política de buenas promociones tras la aberración que supuso
la Claus (vemos claramente que se le han debido aplicar unas condiciones más
duras que el Tratado de Versalles a Alemania debido a sus crímenes contra la
humanidad). Buenas hamburguesas por el precio de un menú normal, por lo que no
tienes que gastarte más para disfrutar de ellas. El refill, como siempre, para
quitarse el sombrero. Y que los productos a un euro sean a un euro de verdad,
gloria bendita.
Aquí tenemos al bueno de Han Solo en carbonita,
bastante menos seco que los Nuggets de BK
Prospectiva:
Un Whopper, con
ingredientes distintos, precio de Whopper y buen sabor es bien recibido. El
Whopper es genial, y la Honey Whopper, pese a no llevar Honey, también lo era,
pero estas dos modalidades nuevas lo son aún más. Tal vez sólo sea la novedad,
pero resultaron dos geniales hamburguesas.
Qué más podríamos decir
sobre BK? Gracias por no poner productos a 1€ por 1.3€, y por haber retirado la
Claus del mercado, pero eso no excusa vuestros deleznables aros de cebolla (que
suelen estar ricos, pero ese día no lo estaban, maldigo ese día) ni vuestros
nuggets congelados que podrían usarse como shuriken por un ninja novato.
No salgamos del tema.
BK está remontando tras la cagada navideña y el timo de la miel. Bien hecho BK!
Aunque sigue siendo un lugar poco recomendable para llevar a la pareja.
Nuestro buen Homer opinando sobre los aros de cebolla
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