lunes, 30 de diciembre de 2013

Tierra: Burritos para agarrarse los machos


“Me he pasado…”

Esa frase podría definir perfectamente la andadura del Dúo en el restaurante de burritos y comida mexicana Tierra, en la calle Guzmán el Bueno 56. Un lugar descubierto por casualidad durante una completa jornada de wargames. Un lugar al que posiblemente nunca se nos habría ocurrido ir. Es más, posiblemente nunca nos habríamos fijado que en ese local ponían burritos. Y que burritos.

Cuando la mitad del Dúo lo descubrió, no veía el momento de volver para hacer la crítica que el lugar se merece…que puñetas, para volver a ponerse como un barril a base de comida enrollada. Si a la cantidad de comida sumamos el reto del picante, talón de Aquiles de cualquier hombre machote, la visita estaba más que obligada.

Esta es la primera crítica de un local que no pertenece a una gran cadena de franquicias multinacional, por lo que supone un nuevo enfoque. Y no queremos dar la impresión de que cuidamos al pequeño comerciante frente a la omnipotente cadena de “fast food”. Pero es que no podemos hablar mal de este local. Un trato amable, junto con unos ingredientes frescos de calidad y un precio asequible lo convierten en un lugar de parada obligada en la agenda de cualquier zampabollos que disfrute de la comida y del picante.



El Hombre-Machote te desafía a probar
la salsa ultrapicante

El servicio destaca por su rapidez, básicamente ves como preparan tu comida con los ingredientes que tú eliges y la recibes en el momento. A esto hay que sumarle el refill, un acierto que siempre destacamos, pero más aún en un negocio de estas características. En este punto también hay que felicitar al comercial de Pepsi, ya que está realizando una labor encomiable que ha relegado a Coca-Cola a un segundo plano en el refrigerio de restaurantes de comida rápida (Pepsi, amo y señor del refill). El burrito entero con todos los extras, un auténtico obús de pequeño calibre con capacidad de saciar los estómagos más inmensos, junto con el refresco infinito sale por unos 12 euros, lo que no está nada mal. Esto significa que sin extras cuesta poco más de 7, lo que permite a cualquier bolsillo disfrutar de un burrito como Pancho Villa manda.

Y entramos en el tema del picante. Cuatro grados para elegir. Un tipo que quiere demostrar su virilidad. Una camarera flipando. Dos botecitos de salsa picante de 4º grado. Una frase: “Hazme llorar”. El desafío está servido. Tres tacos regados con fuego del infierno. Primer bocado, y se da cuenta del error. Ha comenzado una guerra que no puede ganar. Se ha metido con una potencia muy superior a su capacidad bélica. La impotencia e incredulidad afloran en la cara del macho derrotado. Se refugia en el refill, pero no puede esconderse del ardor. Se anuncia su derrota. La camarera le advierte de que se lo dijo unas cuatro veces, y que además fue a por más. Las entrañas arden. No se sabe si saldrá en forma de ácido corrosivo o como una brutal llamara. El tiempo calma poco a poco el fuego que consume las tripas del Dúo. Pero si la entrada fue dura, cómo será la salida…

Los jalapeños con que sospechamos está
elaborada la salsa picante de 4º grado

En conclusión, un lugar muy recomendable, buena comida, con ingredientes frescos que eliminan cualquier duda sobre la artificialidad de los burritos (chúpate esa, Taco Bell), personal muy amable (y atractivo, por qué no decirlo), buena relación calidad-cantidad-precio. Si quieres probar algo distinto, es tu sitio. Eso sí, los burritos per se son para muy machos, por lo que si no te consideras un machote alfa, no pases del picante de 2º grado.



Este será tu aliento tras salir de Tierra...procura
no apuntar hacia tus seres queridos cuando eructes



Prospectiva:

El sabor industrial muchas veces apetece, pero puesto que gran parte de nuestra sociedad adora lo natural, este es el sitio ideal para esa gran parte, frente a otras franquicias taqueras como Taco Bell, Fridays o Hollywood.

El precio es el estándar para estos sitios, y oscila entre 7 y 12 euros, así que si pasas por Guzmán el Bueno y no quieres intoxicarte con una Claus, puedes gastarte tus 8.95 en 3 tacos bien cargados, un refill ilimitado y 1.95 para chicles.

¿Qué decir sobre el picante? Simplemente brutal. Jalapeños como el Señor manda y 4 salsas, además de guacamole natural, que van desde el insípido tomate hasta el infierno estomacal.

Un buen sitio para ir con amigos y pareja, acogedor y tranquilo. Si tu chico es un machote, rétale a que pruebe el 4x y repita.



Burger King: Claus is coming to town


Es la última noche del Día de Durin. En breves las puertas de Erebor se nos abrirán y podremos contemplar la grandeza de Smaug el Terrible. Pero, tras hurgar en el zurrón, descubrimos que nos hemos quedado sin pan de lembas. Oteamos el asentamiento conocido como Heron City Las Rozas en busca de algún lugar donde reabastecernos. Nos fijamos en el Burger King. El Burger King, el hogar de la legendaria y magnífica King Rib, una hamburguesa forjada en los fuegos del grasiento Monte del Destino, diseñada para atraerlos a todos, engordarlos y atarlos al mostrador. Así, cual Gollum buscando su anillo, entramos en el local dispuestos a regalar a nuestras papilas gustativas un manjar reservado a los Valar.

Pero nuestra aventura pronto se trunca, el viaje inesperado se transforma en un viaje de pirados. La King Rib ya no está. El Himno a los Caídos suena en nuestro corazón. Una pequeña lágrima escurre por nuestras mejillas. En su lugar, Santa y Claus. Hamburguesas simples, con ingredientes aún más simples, a precio de Steakhouse. Nos atrevemos a probar la Claus, de carne de pollo. Esperamos sea de nuestro agrado, pero pronto nos topamos con la realidad. Lo que parece la Grander Texas de KFC Warsaw no es más que un burdo plagio. La hamburguesa se deshace con mirarla, el relleno es patético y sólo se salva el pollo, que al menos está crujientito. La decepción es tal que el Bombur del grupo, desolado, saca un bocata de chorizo de la mochila y completa así una cena algo penosa. Una lástima. Rellenamos la bebida otra vez (el único punto positivo de la noche es el refill) y partimos a vernos las caras con el dragón. Gracias a la Claus, las expectativas están tan bajas que El Hobbit: La Desolación de Smaug casi nos produce el éxtasis. Peter Jackson y sus entrañables aventureros de metro y medio salvan la velada.

Un fracaso. Burger King aprovechará las fiestas navideñas para vender este fraude y con la llegada de enero, nadie se acordará de ello, pero Burger King será un pelín más rico a costa del niño caprichoso que pide a su padre la hamburguesa nueva con nombre de simpático personaje. Sólo destacar que la extensión del refill a Burger King sí es un acierto, dando mucha más vida a la comida rápida.

Lo esperábamos, ya que el Selecto Dúo Tragaldabas es más de Reyes Magos.



El pobre Bombur se quedo con hambre...
menos mal que disfrutó con bebida ilimitada



Prospectiva:
Un Long Chicken y una Bacon Cheeseburguer juntos y remezclados harán algo similar que esto que llaman Claus. Sinceramente recomiendo coger los 8.95€ que cuesta e invertirlos en un buen Steakhouse, Dürum mixto con extra de todo o con 3€ más unos buenos tacos Fridays. Si la palabra decepción tuviese un emoticono triste sería esta hamburguesa. Y no estamos siendo crueles, crueles fueron ellos al destruir nuestras navidades dejándonos probar este nuevo plato.

Por decir algo bueno, el refill nunca falla, así que buscad los BKs con este servicio y sentaos cerca. No refill? No party.

Si quieres que tu pareja te deje, invítala por vuestro aniversario a una Claus y deja que el sabor haga el resto.

Burger King...no volverás a tomar mi nombre en vano



Patatas

lunes, 23 de diciembre de 2013

Taco Bell: Segundo Asalto


El mismo lugar. La misma hora. El mismo día de la siguiente semana. Podría ser el inicio perfecto de un buen western, pero no, no tiene nada que ver con el Far West (¿o tal vez sí?). Volvemos con ganas de probarnos a nosotros mismos, y sobre todo, al dichoso Taco Bell. Nuestras expectativas están ya muy bajas, pero la esperanza vuelve a nosotros cuando vemos al cola vacía. La mala gestión les habrá pasado factura, pero a nosotros eso nos da la oportunidad de probar un nuevo restaurante. Pedimos dos menús Big Box, que ofrecen suficiente comida a un precio razonable. Nos comemos primero el taco, que resulta estar sorprendentemente rico. Nos sabe a poco. Empezamos con el burrito. Se hace pesado debido a la pasta de frijoles y al arroz. Uno lo pasa comiéndolo junto al bollo de chocolate relleno de chocolate y el otro echándole todas las salsas posibles. Rico, pero no al nivel del taco. El bollito resulta muy rico, a pesar de ser bollería industrial atascaarterias. Pero el plato fuerte está en la bolsita de patatas. Patatas fritas, similares a las de cualquier otro establecimiento, pero recubiertas de un no-se-qué picante delicioso. El mundo por más patatas de esas. Simplemente sublimes. Razón de más para volver.

Así termina nuestro periplo con Taco Bell. Tras el gatillazo de la primera vez, descubrimos un sitio que ofrece algo diferente, rico y con unas patatas deliciosas por un precio módico (buenas ofertas de cerveza y tacos, amigos). Vale la pena darle la oportunidad.


Retrospectiva: Estas maravillosas patatas son gorditas como las del KFC pero llevan pimentón!! Eso hace que además se añada un matiz especiado a su suculento sabor que las hace sobreponerse a cualquier otra forma de patata frita basura.

El burrito falló principalmente por llevar arroz y pasta, quedándose detrás del dürum de cualquier franquicia Kebab aunque contenido y salsa no estuviesen malos.

El taco fue el plato fuerte si no contamos las patatas. Pequeño, tal vez demasiado si vas con mucha hambre, pero nada que no pueda solucionar otro igual; sabroso, con un leve toque picante, dan sentido a que lo bueno, si breve dos veces bueno.
Como punto a destacar, debe decirse que o cambia su política de personal o, pese a su buena política de precios, acabará hundido por las otras franquicias, asentadas y más competitivas.
Un buen sitio para llevar a la pareja, tranquilo y sin bullicio. Siempre y cuando o no haya cola o tengas muchos años que invertir en el proceso!



¿Por quién doblan las campanas?






Patatas


Marcar F para Friday's


Oh, la Gran Vía madrileña. Todo luces, todo espectáculo, nuestro Broadway particular (el barrio, no la gárgola). La gente forma un inmenso río que recorre arriba y abajo la avenida. Nosotros recorremos poco de ella, el casi inexistente tramo entre Plaza de España y el Teatro Coliseum. En la primera esquina encontramos el TGI Friday’s. Ya lo conocemos, somos viejos camaradas de comilonas, por eso volvemos. Esta vez no vamos sólo el Dúo, llevamos a una acompañante. Sabemos perfectamente qué vamos a pedir. Esperamos breves momentos hasta que nos llevan a la mesa. Casi no hace falta que nos dejen la carta, vamos a tiro fijo y pedimos unos nachos de pollo, unos tacos y dos hamburguesas Jack Daniels, además de botecitos extra de salsa Jack Daniels. Esperamos contándonos chascarrillos y batallitas para pasar el rato. Uno de nosotros va al servicio, se equivoca y termina en el de señoras, del cual escapa cual sigiloso ninja sin que nadie se percate. Tardan ligeramente en servirnos, pero en cuanto llegan los nachos, el plato principal no se hace esperar. Nos abalanzamos sobre la comida cual fieras hambrientas. Los nachos son muy ricos, si bien uno de nosotros detesta el queso fundido, lo quita y añade extra de jalapeños. En cuanto a los tacos, muy buenos, salsa muy sabrosa y abundante contenido. Las hamburguesas Jack Daniels son la marca de la casa, y como tal son el plato estrella. La carne viene tal y como la hemos pedido, muy jugosa. Nos traen el extra de salsa sin problemas, de la que damos buena cuenta. Las patatas siguen siendo igual de buenas, con ese inconfundible toque de pimienta negra por encima. Y por último, destacar el refill de la bebida, que ya no hace falta pedirlo, sino que los propios camareros te traen otro vaso cuando ven que casi te lo has terminado. Ponemos fin a la velada haciendo a nuestra compañera bailar encima de una silla (jaja dulce venganza) y el restaurante la invita a una cuña de pastel por ser su cumpleaños. Nos comemos ese trozo a duras penas, estamos saciados.

En definitiva, un sitio que nunca falla pese a ser una franquicia de VIPS. Una vez conoces que platos te gustan, no te los saltas por casi religiosa devoción. Un acierto siempre. Esperemos que no nos defraude en un futuro. Volveremos.




El estado físico y mental de cualquier ser humano
tras cenar en TGI Friday's



Retrospectiva: El servicio espectacular. Jamás había visto que te traigan un tarrito de salsa sin cobrarte (Hollywood) o mirarte mal (BK, McDonalds,), y que además esa salsa sea tan espectacular como la Jack Daniels, que si de mí dependiese agrupaba todas las existencias y me las metía en vena.

Si es tu cumpleaños no dudan en hacerte pasar un mal rato para divertir a tus amigos y luego compensarte con un rico trozo de tarta. Lo dicho: el mejor servicio hasta ahora.

La hamburguesa comparable al servicio, esa cantidad de complementos y ese bacon tan salado hacen que llore al recordarla. Supera a las de otras franquicias del mismo nivel en calidad (con un precio similar), igualable solamente al King Rib en cuanto a su sutil genialidad y rebajado coste.

Los nachos muy ricos y con los jalapeños más grandes que he visto jamás, pero aún no llegan a los San Fernando del Hollywood, a mi gusto los mejores que he probado, o las bacon cheese fries, que en definitiva creo que son el mejor entrante jamás ideado por la mente humana.
La pareja ha de visitar este lugar si de verdad es apreciada. Un buen sitio tanto para unos entrantes rápidos, como para una cena que te haga querer ir a la playa a tomar el sol con otros elefantes marinos.



Tacos


Patatas

Taco Bell: Primer Contacto


Las 14:00. Hora de comer. Poco dinero en la cartera. Buscamos un lugar donde saciar nuestro apetito, donde nos sirvan con presteza y podamos engullir todo lo que podamos en el menor tiempo posible. Andamos durante un buen rato. Y entonces vemos el letrero nuevo. Recordamos que nos han hablado bien del sitio. Nos envalentonamos y entramos. Nos encontramos un local nuevo, bien ambientado, con una cola de clientes normal para la hora que es. Hay gente de todo tipo: gente de traje, informal, chavales que acaban de salir de clase. Nos ponemos a esperar. Y el tiempo pasa. Y pasa. Y la cola no avanza. Nos fijamos y vemos que todo el establecimiento está dirigido por dos trabajadores, dos trabajadores que no dan abasto, incapaces de tomar los pedidos y ocuparse de la cocina para que el funcionamiento del establecimiento sea normal. No esperamos más. Cansados, abandonamos el local augurando que, si no contratan más personal, les espera un futuro bastante nefasto frente a las franquicias asentadas. Dicho esto, acabamos en el Burguer King. Y aquí empieza la segunda parte del artículo, porque allí descubrimos una maravilla: la King Rib.

¿Qué decir de la King Rib? Simplemente, la mejor hamburguesa que hemos probado en un establecimiento de comida rápida jamás, sin contar la Grander Texas de KFC Varsovia por supuesto. Burguer King ya nos tiene acostumbrado a estas genialidades. Primero fue el Triple Whopper; que atascó nuestras arterias el tiempo que estuvo disponible, después la Steakhouse, que llegó para quedarse a costa de perder parte de su calidad primigenia. Y ahora esto. Cómo no emular a Homer Simpson tras devorar una Costiburguer tras otra y caer catatónicos ante tal manjar. Nos quitó todos los males que nos habían entrado tras el nefasto contacto con Taco Bell. Pero todo se acaba, como pude descubrir este fin de semana, ya que la King Rib se ha retirado para dejar paso a las hamburguesas Santa y Claus, que estarán a la venta durante el período navideño (¡qué sorpresa!). DEP King Rib.

Y así, la desventura de Taco Bell nos llevó hasta las deliciosas costas de la King Rib. Nos quedamos con ganas de Taco Bell, así que pronto saldaremos cuentas.


Retrospectiva: King Rib mejor que Mc Rib por el adobado, la mayor cantidad de salsa barbacoa y la cebolla frita en vez de cruda. Mayor tamaño y un sabor potenciado que te permite olvidar mejor que el más graduado Wodka hacen del King Rib un complemento alimentario que no podrás tomar en número inferior a 2 ó 3 si la economía lo permite.

Si no quedaba claro, recibe nuestra mejor puntuación: Crítico, 10 puntos, matrícula, sartén dorada, objeto naranja, muchas formas de llamarlo, un solo nombre: King Rib.
Jamás lleves a tu novia allí. Te quitará la hamburguesa de las manos!!!



La reacción del Dúo tras saborear la King Rib




Patatas

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Dos barrigas, un Destino


Aquí están. Porque ya hacía falta. Y porque ya era hora.

En un mundo…Dos hombres. Qué digo, dos estómagos a prueba de vitriolo. Se recorrerán las calles de la ciudad anteriormente conocida como Madrid en busca de los restaurantes con mejor calidad-precio, o simplemente mejor precio…que puñetas, donde más puedan engullir por la menor cantidad de euros posible. Y si una indigestión no se lo impide, compartirán sus experiencias “gastronómicas” con todos.

Preparaos para visitar de forma exhaustiva y divertida los principales restaurantes de comida rápida de la capital (citaremos dirección del local visitado por supuesto), recomendándoos que comer en la elegante y pulcra nueva franquicia o si no debéis pisar ese antro otomano que se dice servir kebab. Sin tapujos, pero con mucha hambre, el Selecto Dúo Tragaldabas comienza su andadura.

¡Buen provecho!