Es la última noche del
Día de Durin. En breves las puertas de Erebor se nos abrirán y podremos
contemplar la grandeza de Smaug el Terrible. Pero, tras hurgar en el zurrón,
descubrimos que nos hemos quedado sin pan de lembas. Oteamos el asentamiento
conocido como Heron City Las Rozas en busca de algún lugar donde
reabastecernos. Nos fijamos en el Burger King. El Burger King, el hogar de la
legendaria y magnífica King Rib, una hamburguesa forjada en los fuegos del grasiento
Monte del Destino, diseñada para atraerlos a todos, engordarlos y atarlos al
mostrador. Así, cual Gollum buscando su anillo, entramos en el local dispuestos
a regalar a nuestras papilas gustativas un manjar reservado a los Valar.
Pero nuestra aventura pronto
se trunca, el viaje inesperado se transforma en un viaje de pirados. La King
Rib ya no está. El Himno a los Caídos suena en nuestro corazón. Una pequeña
lágrima escurre por nuestras mejillas. En su lugar, Santa y Claus. Hamburguesas
simples, con ingredientes aún más simples, a precio de Steakhouse. Nos
atrevemos a probar la Claus, de carne de pollo. Esperamos sea de nuestro
agrado, pero pronto nos topamos con la realidad. Lo que parece la Grander Texas
de KFC Warsaw no es más que un burdo plagio. La hamburguesa se deshace con
mirarla, el relleno es patético y sólo se salva el pollo, que al menos está
crujientito. La decepción es tal que el Bombur del grupo, desolado, saca un
bocata de chorizo de la mochila y completa así una cena algo penosa. Una lástima.
Rellenamos la bebida otra vez (el único punto positivo de la noche es el
refill) y partimos a vernos las caras con el dragón. Gracias a la Claus, las
expectativas están tan bajas que El Hobbit: La Desolación de Smaug casi nos
produce el éxtasis. Peter Jackson y sus entrañables aventureros de metro y
medio salvan la velada.
Un fracaso. Burger King
aprovechará las fiestas navideñas para vender este fraude y con la llegada de
enero, nadie se acordará de ello, pero Burger King será un pelín más rico a
costa del niño caprichoso que pide a su padre la hamburguesa nueva con nombre
de simpático personaje. Sólo destacar que la extensión del refill a Burger King
sí es un acierto, dando mucha más vida a la comida rápida.
Lo esperábamos, ya que
el Selecto Dúo Tragaldabas es más de Reyes Magos.
El pobre Bombur se quedo con hambre...
menos mal que disfrutó con bebida ilimitada
Prospectiva:
Un Long Chicken y una
Bacon Cheeseburguer juntos y remezclados harán algo similar que esto que llaman
Claus. Sinceramente recomiendo coger los 8.95€ que cuesta e invertirlos en un
buen Steakhouse, Dürum mixto con extra de todo o con 3€ más unos buenos tacos
Fridays. Si la palabra decepción tuviese un emoticono triste sería esta
hamburguesa. Y no estamos siendo crueles, crueles fueron ellos al destruir
nuestras navidades dejándonos probar este nuevo plato.
Por decir algo bueno,
el refill nunca falla, así que buscad los BKs con este servicio y sentaos
cerca. No refill? No party.
Si quieres que tu
pareja te deje, invítala por vuestro aniversario a una Claus y deja que el
sabor haga el resto.
Burger King...no volverás a tomar mi nombre en vano
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