lunes, 30 de diciembre de 2013

Burger King: Claus is coming to town


Es la última noche del Día de Durin. En breves las puertas de Erebor se nos abrirán y podremos contemplar la grandeza de Smaug el Terrible. Pero, tras hurgar en el zurrón, descubrimos que nos hemos quedado sin pan de lembas. Oteamos el asentamiento conocido como Heron City Las Rozas en busca de algún lugar donde reabastecernos. Nos fijamos en el Burger King. El Burger King, el hogar de la legendaria y magnífica King Rib, una hamburguesa forjada en los fuegos del grasiento Monte del Destino, diseñada para atraerlos a todos, engordarlos y atarlos al mostrador. Así, cual Gollum buscando su anillo, entramos en el local dispuestos a regalar a nuestras papilas gustativas un manjar reservado a los Valar.

Pero nuestra aventura pronto se trunca, el viaje inesperado se transforma en un viaje de pirados. La King Rib ya no está. El Himno a los Caídos suena en nuestro corazón. Una pequeña lágrima escurre por nuestras mejillas. En su lugar, Santa y Claus. Hamburguesas simples, con ingredientes aún más simples, a precio de Steakhouse. Nos atrevemos a probar la Claus, de carne de pollo. Esperamos sea de nuestro agrado, pero pronto nos topamos con la realidad. Lo que parece la Grander Texas de KFC Warsaw no es más que un burdo plagio. La hamburguesa se deshace con mirarla, el relleno es patético y sólo se salva el pollo, que al menos está crujientito. La decepción es tal que el Bombur del grupo, desolado, saca un bocata de chorizo de la mochila y completa así una cena algo penosa. Una lástima. Rellenamos la bebida otra vez (el único punto positivo de la noche es el refill) y partimos a vernos las caras con el dragón. Gracias a la Claus, las expectativas están tan bajas que El Hobbit: La Desolación de Smaug casi nos produce el éxtasis. Peter Jackson y sus entrañables aventureros de metro y medio salvan la velada.

Un fracaso. Burger King aprovechará las fiestas navideñas para vender este fraude y con la llegada de enero, nadie se acordará de ello, pero Burger King será un pelín más rico a costa del niño caprichoso que pide a su padre la hamburguesa nueva con nombre de simpático personaje. Sólo destacar que la extensión del refill a Burger King sí es un acierto, dando mucha más vida a la comida rápida.

Lo esperábamos, ya que el Selecto Dúo Tragaldabas es más de Reyes Magos.



El pobre Bombur se quedo con hambre...
menos mal que disfrutó con bebida ilimitada



Prospectiva:
Un Long Chicken y una Bacon Cheeseburguer juntos y remezclados harán algo similar que esto que llaman Claus. Sinceramente recomiendo coger los 8.95€ que cuesta e invertirlos en un buen Steakhouse, Dürum mixto con extra de todo o con 3€ más unos buenos tacos Fridays. Si la palabra decepción tuviese un emoticono triste sería esta hamburguesa. Y no estamos siendo crueles, crueles fueron ellos al destruir nuestras navidades dejándonos probar este nuevo plato.

Por decir algo bueno, el refill nunca falla, así que buscad los BKs con este servicio y sentaos cerca. No refill? No party.

Si quieres que tu pareja te deje, invítala por vuestro aniversario a una Claus y deja que el sabor haga el resto.

Burger King...no volverás a tomar mi nombre en vano



Patatas

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