El mismo lugar. La
misma hora. El mismo día de la siguiente semana. Podría ser el inicio perfecto
de un buen western, pero no, no tiene nada que ver con el Far West (¿o tal vez
sí?). Volvemos con ganas de probarnos a nosotros mismos, y sobre todo, al
dichoso Taco Bell. Nuestras expectativas están ya muy bajas, pero la esperanza
vuelve a nosotros cuando vemos al cola vacía. La mala gestión les habrá pasado
factura, pero a nosotros eso nos da la oportunidad de probar un nuevo restaurante.
Pedimos dos menús Big Box, que ofrecen suficiente comida a un precio razonable.
Nos comemos primero el taco, que resulta estar sorprendentemente rico. Nos sabe
a poco. Empezamos con el burrito. Se hace pesado debido a la pasta de frijoles
y al arroz. Uno lo pasa comiéndolo junto al bollo de chocolate relleno de
chocolate y el otro echándole todas las salsas posibles. Rico, pero no al nivel
del taco. El bollito resulta muy rico, a pesar de ser bollería industrial
atascaarterias. Pero el plato fuerte está en la bolsita de patatas. Patatas
fritas, similares a las de cualquier otro establecimiento, pero recubiertas de
un no-se-qué picante delicioso. El mundo por más patatas de esas. Simplemente
sublimes. Razón de más para volver.
Así termina nuestro
periplo con Taco Bell. Tras el gatillazo de la primera vez, descubrimos un
sitio que ofrece algo diferente, rico y con unas patatas deliciosas por un
precio módico (buenas ofertas de cerveza y tacos, amigos). Vale la pena darle
la oportunidad.
Retrospectiva: Estas
maravillosas patatas son gorditas como las del KFC pero llevan pimentón!! Eso
hace que además se añada un matiz especiado a su suculento sabor que las hace
sobreponerse a cualquier otra forma de patata frita basura.
El burrito falló
principalmente por llevar arroz y pasta, quedándose detrás del dürum de
cualquier franquicia Kebab aunque contenido y salsa no estuviesen malos.
El taco fue el plato
fuerte si no contamos las patatas. Pequeño, tal vez demasiado si vas con mucha
hambre, pero nada que no pueda solucionar otro igual; sabroso, con un leve
toque picante, dan sentido a que lo bueno, si breve dos veces bueno.
Como punto a destacar, debe decirse que o cambia su política de personal o, pese a su buena política de precios, acabará hundido por las otras franquicias, asentadas y más competitivas.
Un buen sitio para
llevar a la pareja, tranquilo y sin bullicio. Siempre y cuando o no haya cola o
tengas muchos años que invertir en el proceso!
¿Por quién doblan las campanas?
Patatas
No hay comentarios:
Publicar un comentario